Sobre Mí
Del arte al yunque: una trayectoria forjada con pasión y oficio.

Jordi Lluch Puig
Me llamo Jordi Lluch Puig y mi historia empieza en el arte, con pinceles y grabados, en las aulas de Bellas Artes de Barcelona. Durante años me dediqué a la pintura, pero fue la forja la que terminó por atraparme. La crisis de los noventa me llevó a buscar nuevos caminos, y descubrí el hierro: un material duro, exigente, pero lleno de posibilidades.
Empecé aprendiendo de cero, en frío primero, y luego en caliente, sumergiéndome en un oficio ancestral que me conectó con algo muy físico, muy real. Desde 1998, tras varios años de formación, tengo mi propio taller, donde combino mi formación artística con la técnica de la herrería. No busco repetir estilos antiguos ni seguir moldes modernistas: busco crear desde la emoción, desde la necesidad de contar algo. Por eso, cada pieza que forjo es única, y cada encargo es un diálogo entre el cliente y el hierro.
El Taller
El taller está ubicado en la Cooperativa d’Horta de Sant Joan, en plena Terra Alta, un enclave que elegí por su tranquilidad, su cercanía a la naturaleza y por la energía que transmite el entorno.
Aquí, entre montañas y pueblos que todavía conservan el espíritu de lo auténtico, he encontrado el lugar perfecto para trabajar en calma, sin prisas, sin ruido.
Las instalaciones han sido adaptadas con el tiempo a las necesidades de la forja artística. Es un espacio funcional, con herramientas tradicionales y otras más modernas, donde puedo trabajar tanto obras grandes —como balcones o esculturas— como piezas pequeñas llenas de detalle.
Desde aquí, he enviado trabajos a múltiples puntos de Cataluña, Aragón, Galicia, Francia o Italia, siempre con el mismo compromiso: respeto por el oficio y pasión por el arte.